LA UNIÓN DENUNCIA LA ADJUDICACIÓN DEL CONTRATO DE BASURAS DE SANTANDER

Santander 27 de Febrero de 2013.-



    LA UNIÓN (LU) denuncia que el proceso seguido por el Ayuntamiento de Santander para la adjudicación del concurso de la recogida de basura, limpieza de playas, y demás residuos urbanos, “jamás se debe volver a utilizar por ninguna administración pública”, pues, según afirman desde la formación “es un concurso resuelto sola y exclusivamente por interés político, y un auténtico colador para la corrupción”.
“Por un lado está bien que la adjudicataria haya sido una empresa de Cantabria”, pero “esto no oculta que ha sido un concurso tramposo”, añaden, “de esos que favorecen comisiones del 3%, que luego aparecen depositadas en paraísos fiscales”.

Para Rafael Sebrango, Presidente de la formación, “plantear este tipo de concursos, con este sistema de decisión política, se ha convertido en una costumbre fraudulenta en toda España”, y añadió “ninguna empresa lo va a recurrir, pues tienen miedo a no conseguir ningún otro concurso, y a ser objeto de venganza política, como corresponde a un sistema que no es una auténtica democracia”.

El concurso de basuras de Santander, como ya habían denunciado desde LA UNIÓN (LU) “ha sido decidido por dos cargos políticos de libre designación del Alcalde”, lo cual “excluye toda posibilidad  y garantía de objetividad y juego limpio”.

En concreto la adjudicación de la limpieza viaria y recogida de basura de Santander, “ha sido decidido por los Directores Generales de Innovación y de Infraestructuras, no por funcionarios independientes”.

Estos dos Directores Generales del Ayuntamiento “son cargos políticos y de confianza, nombrados libremente por el equipo de gobierno, absolutamente alejados de la independencia”.

Estos dos cargos políticos, prosiguió Sebrango “son los que han decidido, por sí solos 58 de los 100 puntos de calificación, que ya el concurso señalaba que no serían puntuados por criterios objetivos, sino por gustos subjetivos”.

Fijar este sistema de calificación, “se hace para garantizar la elección política del ganador”, pues el resto de puntos, otorgados por criterios objetivos, “era muy fácil aventurar una práctica igualdad entre todas las empresas”.
Por ello, “para garantizar el resultado políticamente querido, se acudió al sistema filocorrupto”.

“Mientras no se imponga la decencia y se modifique el sistema español de contratación pública, no hay nada que hacer”, prosiguió, “este sistema de adjudicación, creado por políticos, en interés de ellos mismos, es una estafa democrática”.

“Si no se cambia el sistema de contratación”, finalizó Sebrango “seguirán apareciendo millones de euros en Suiza y demás paraísos fiscales”, y añadió “seguirán desapareciendo millones de euros de las empresas obligadas a darlos, que se restan de la inversión a futuro, de la investigación y desarrollo empresarial, y se suman a las cifras de destrucción de empleo”.

Para los próximos concursos, ironizó “es mejor que los Alcaldes, y los Presidentes de Autonomías, digan de antemano a quién se lo van a dar, y así nos evitamos todos molesto papeleo”.