" LA SEGURIDAD Y LA SALUD DE LOS BOMBEROS FORESTALES NO ES UNA PRIORIDAD PARA LA DIRECCIÓN DE MONTES DEL GOBIERNO DE CANTABRIA"
PUBLICAMOS LA NOTA DE PRENSA DEL SINDICATO UNITARIO DE CANTABRIA (GOBIERNO DE CANTABRIA) DE BOMBEROS FORESTALES.
El pasado 1 de diciembre el Sindicato Unitario de Cantabria denunció ante la inspección de trabajo la negativa de la dirección de montes a la petición que este sindicato lleva haciendo durante más de un año para que los bomberos forestales del Gobierno de Cantabria puedan realizar los retenes de incendios en lugares habilitados para ello; como las naves forestales, cabañas ubicadas en el monte, o a falta de éstas, donde el encargado forestal, dentro de sus funciones, considere más adecuado. En algunas comarcas se realizan los retenes en los altos de los montes, sin una sola sombra, siete bomberos metidos en un coche hasta 12 horas consecutivas, a más de 40 grados en verano y a temperaturas que rozan los 0 grados en invierno. Esta situación es agravada porque los retenes se realizan con el equipo de protección individual puesto (buzo de una pieza, botas de caña alta, etc), no permitiendo hacer los retenes con otro tipo de ropa más ergonómica y en el momento de ser avisados para un incendio ponerse el EPI necesario para la extinción.
El Gobierno de Cantabria está obligado a higienizar los buzos de incendios, debido a que los hollines y cenizas producidos en los incendios forestales son cancerígenos y la exposición prolongada a ellos perjudica seriamente la salud de los trabajadores. No están realizando esa limpieza y además nos obligan a llevar el buzo puesto durante todo el retén aunque no haya incendios. Los trabajadores limpian sus buzos de trabajo poniendo en riesgo también a sus familias puesto que esos tóxicos pueden pasar a otras prendas lavadas en la misma máquina.
Es evidente que la seguridad y salud de los bomberos forestales no es una prioridad para la dirección de montes del Gobierno de Cantabria. Lo ha dejado de manifiesto con la aprobación de un calendario caótico en el año 2025, que dejaba el servicio público de extinción al descubierto. En este calendario había periodos donde todas las cuadrillas de una comarca estaban de mañana sin nadie que cubriera las tardes, este verano han estado pidiendo voluntarios, para ir a trabajar a los incendios de León en su tiempo de descanso, cuando había cuadrillas activadas, pero no movilizadas e incluso comarcas sin activar, en definitiva, un caos organizativo.
En reuniones mantenidas con el comité de empresa para el calendario de 2026, la propuesta del señor Serdio ha sido rechazada de forma unánime por todos los sindicatos, mantenemos que tiene los mismos problemas que presentaba el anterior. No es operativo sin una modificación del Decreto de incendios y así lo reconoce el propio Director de Montes. El nuevo calendario modifica la secuencia de guardias de nivel 1 haciendo que cuadrillas espacien las primeras guardias hasta cuatro meses mientras que otras lo harán en apenas dos meses. Periodos con una sola cuadrilla de mañana, cuando en los incendios las labores de remate son esenciales para evitar reproducciones y en los incendios de envergadura, de nada sirve estar apagando doce horas si no tienes relevo por la mañana que continúe con la extinción.
Algunos sindicatos hemos entregado propuestas de calendarios alternativos que ni siquiera han valorado y mientras tanto, los incendios de Cantabria los apaga TRAGSA, bomberos de 112 e incluso cuadrillas de Burgos. Por primera vez en Cantabria se firma un contrato con TRAGSA para tener cuadrillas durante cuatro años sin descanso en labores de extinción y prevención de incendios. Tenemos uno de los mejores operativos de lucha contra incendios forestales de toda España y parece que no quieren que funcione, mientras dan alas a empresas externas y dejan los verdaderos problemas organizativos sin resolver.
La campaña dura de incendios forestales comienza ahora, con la llegada de las fuertes rachas de viento sur a Cantabria. Desde enero hasta abril se solapan multitud de incendios que devastan nuestro patrimonio natural y la falta de coordinación hace que la superficie quemada aumente de forma exponencial. La probabilidad de que un gran incendio afecte a nuestro territorio cada vez es mayor, por el cambio climático y el aumento del combustible forestal en el medio rural. Debemos estar preparados.
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