ENCUENTRO-UZTARKETA DENUNCIA QUE LOS CONTENEDORES LLEVAN 14 AÑOS SIN FUNCIONAR

 



CATORCE AÑOS, TRES ALCALDES, UNA ALCALDESA Y CUATRO CORPORACIONES CONSECUTIVAS 

Tres lustros después de instalados, la mayoría de contenedores soterrados de Castro no funcionan ni han funcionado nunca. Nadie es responsable ni a nadie parece importarle.

 
La imagen de una ciudad, sobre todo cuando buena parte de ella pivota alrededor del turismo, no se puede sustentar únicamente en su parte bonita y en detalles insignificantes como su nombre en grandes letras, para que todo el mundo pueda decir “yo estuve ahí”, o pretendidas efemérides conmemorativas de ensoñaciones históricas de algo que nunca ocurrió, como la pesca masiva en nuestras aguas de grandes cetáceos. Las necesidades y carencias de Castro pesan más en la balanza que la buena gestión, y eso es lo que vamos a poner de manifiesto de aquí en adelante.


Hace casi tres lustros se instalaron en Castro contenedores soterrados para la recogida selectiva de basuras. Parece que pesa alguna maldición sobre ellos, y sobre cualquier obra municipal, porque, salvo los de la calle Victorina Gainza, ninguno más funciona.
En la calle República Argentina hay cuatro bocas de recogida. Hasta ahora, las cuatro han estado forradas de plástico durante años, fuera de uso. Desde hace días, dos de ellas están descubiertas, pero dudamos que funcionen. Si fuera así, alguien del equipo de gobierno municipal se hubiera tomado una foto junto a ellas.

En la calle Bilbao, inmediata continuación de la calle República Argentina, los contenedores soterrados de recogida de basura tampoco han tenido mejor suerte. Funcionan unas veces no, otras tampoco y sólo de vez en cuando, cada mucho tiempo, están operativos. Esta es la imagen habitual, y vergonzosa, desde hace mucho, demasiado, tiempo: contenedores soterrados inoperativos y, junto a ellos, contenedores tradicionales.



Pero el colmo de la molicie, incapacidad e impotencia lo representan los contenedores soterrados situados junto a la iglesia del Sagrado Corazón, en la calle Juan de la Cosa.

 


Estos contenedores, los más céntricos de toda la ciudad, son la imagen paradigmática del fracaso de la gestión municipal de cuatro corporaciones diferentes, de la incapacidad para resolver los problemas del día a día, del desprecio que merece toda la ciudadanía castreña por parte de sus regidores públicos. Ni funcionan desde que se instalaron ni hay ninguna explicación por parte de los responsables municipales de por qué no están operativos hace ya muchos años.

Hace 5 años hubo un intento para ponerlos en funcionamiento. Se instalaron contenedores móviles tradicionales en una esquina cercana y se acometió una obra que nadie sabe en qué consistió, pero todxs sabemos, por los resultados, que no resultó eficaz para ponerlos en funcionamiento. Esta obra únicamente ha servido para que personas con poco espíritu cívico lo utilicen como aparcamiento irregular.

Este equipo de gobierno se ha pulido cientos de miles de euros en estudios y proyectos, algunos de ellos tan insustanciales como el cetáceo que acaban de instalar en uno de los muelles interiores. Mientras, una necesidad perentoria y acuciante -que tiene que ver con la imagen de ciudad, la salud, la salubridad y la higiene- lleva paralizada desde hace catorce años por la incompetencia y la impotencia de tres alcaldes, una alcaldesa y cuatro corporaciones consecutivas.


Tampoco debemos olvidarnos dar las gracias a los partidos de la oposición, los de entonces y los de ahora. Sin su inestimable ayuda y colaboración, jamás se hubiera llegado a esta situación.

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𝑇𝑜𝑑𝑜𝑠 𝑙𝑜𝑠 𝑐𝑜𝑚𝑒𝑛𝑡𝑎𝑟𝑖𝑜𝑠 𝑠𝑒𝑟𝑎́𝑛 𝑙𝑒𝑖́𝑑𝑜𝑠 𝑦 𝑚𝑜𝑑𝑒𝑟𝑎𝑑𝑜𝑠 𝑝𝑟𝑒𝑣𝑖𝑎𝑚𝑒𝑛𝑡𝑒.