CASTROVERDE EN MARCHA PARA MOSTRAR SU PREOCUPACIÓN POR LA INACTIVIDAD EN LA RESTAURACIÓN DEL CARGADERO DE DÍCIDO


Cerca de cien personas se reunieron en esta ocasión, el domingo 31 de enero a las 10 de la mañana, para realizar la ruta circular entre Castro y Mioño con objeto de conocer el cargadero de mineral de Dícido y todas las vicisitudes que afectan a la posibilidad de restaurar este monumento BIC antes de que se lo lleve la mar, tal como sucediera con el cargadero de mineral de Pobeña en el año 2008. 

Ha sido una ruta ferroviaria y minera, con participantes muy interesados en conocer los principales hitos que tienen que ver con nuestra historia reciente. José Arozamena (concejal de Obras, Servicios y Medio Ambiente del Ayuntamiento de Castro Urdiales) explicó al inicio de la ruta, en el antiguo apeadero de Brazomar de la vía del ferrocarril Castro – Traslaviña, algunos aspectos que tienen que ver con esta vía férrea, que estuvo en funcionamiento entre 1900 y 1966 para dar servicio a viajeros y mercancías. La comitiva, entre la que había también niños y niñas, siguió la vía verde por Chinchapapa, por el bosque de Valverde y por el túnel para salir a la zona de la Rompida, en Mioño. Por la Cámpara se caminó en dirección a la campa de Los Llorones y tras atravesar el río Cabrera se tomó la margen derecha por el camino del Cauce hasta la playa de Dícido. Muy cerca del espigón, José Arozamena volvió a tomar la palabra para mostrar la importancia de la actividad minera protagonizada por las minas de Dícido y el auge minero que se alcanza entre 1.883  y 1.908 con la Dicido Iron Ore Company; fueron los años en los que se extrajeron de la mina Anita 3 millones de toneladas de mineral de buena calidad (hematites parda o “rubio”) destinado a ser exportado a la industria siderúrgica europea, principalmente Inglaterra. 


 


La ruta continuó desde “el murillo” de la playa de Dícido hasta el cargadero por el paseo de lo que fue la traza del ferrocarril minero que transportaba el mineral hasta su lugar de embarque, y que en la actualidad se halla cortada debido a los derrumbes habidos hace cuatro años que tapan el acceso al pie del cargadero y la zona de depósitos de mineral. En este lugar Joaquín Cárcamo, experto en arquitectura industrial y estudioso de los cargaderos de mineral, explicó los diferentes tipos de transporte y de embarque de mineral que se sucedieron en la costa de Castro, haciendo hincapié en la construcción del cargadero de mineral de Dícido, “la razón”, dijo “por la que este lugar es tan especial, pues es el resultado de la mejor ingeniería que se estaba desarrollando en el mundo a finales del siglo XIX, en la que se reúne un ingeniero como Seirig (socio de Eiffel), el constructor belga Lecoq (especializado en arquitectura en hierro) y probablemente el máximo exponente en el diseño de puentes de hierro en el mundo, Sir Benjamin Baker que supervisó los cálculos del proyecto del primer cargadero de voladizo de Dícido, y que fue puesto en marcha en 1.887 hasta su destrucción en 1.937 tras la retirada de las tropas republicanas en plena guerra civil”. Tras su reconstrucción por la compañía Cortázar Hermanos, y Basconia, con el diseño de la oficina técnica de Altos Hornos de Vizcaya, propietaria entonces de las minas de Dícido, el actual cargadero estuvo en funcionamiento hasta los años setenta. En el año 1.983 el Cargadero fue salvado in extremis de ser convertido en chatarra y fue adquirido por el Ayuntamiento de Castro Urdiales por el precio simbólico de una peseta. En 1.996, el gobierno de Cantabria declara el cargadero como Bien de Interés Cultural, a instancia de la Escuela Taller del Ayuntamiento de Castro Urdiales.

La Dirección General de Medio Ambiente no concluyó la obra de rehabilitación del cargadero y la Dirección General de Cultura llegó a aceptar la posibilidad de hacer una réplica.


Juantxu Bazán explicó a los participantes en la marcha la truculenta historia de lo acontecido con la rehabilitación del Cargadero. En el año 2000 el Ayuntamiento de Castro Urdiales, propietario del cargadero, saca a concurso la redacción del proyecto de rehabilitación del cargadero y de los yacimientos mineros del entorno. Una vez redactado y aprobado el proyecto se tramita para su ejecución al Ministerio de Medio Ambiente, a través de la Demarcación de Costas de Cantabria. Tras un modificado del proyecto con las observaciones hechas por la oficina técnica de la Dirección General de Costas, en el año 2009 se adjudica la ejecución de la obra a la empresa pública TRAGSA por un importe de 1.000.053 € con cargo al Plan E. La ejecución de la obra fue muy dificultosa y desde el punto de vista ambiental muy discutible. Poco después de finalizarse la obra se produjeron desprendimientos en el túnel  del plano inclinado, y al día de hoy aún subsiste un desprendimiento que tapona el túnel por el que se accede al cargadero. Pero la cuestión más controvertida es que TRAGSA entregó la obra, en la que finalmente se gastaron 740.000 € para restaurar el entorno, el paseo y los yacimientos mineros adyacentes, pero sin rehabilitar el cargadero, aduciendo la imposibilidad técnica de acometer la obra restauradora de la estructura de hierro.


A partir de este momento, y sin conocimiento del Ayuntamiento, la Dirección General de Cultura se plantea la hipótesis de una réplica del cargadero, no la del monumento declarado BIC, sino la del que fue demolido y es recordado por las fotos antiguas. Juantxu Bazán recordó la obligación de proteger y restaurar el patrimonio cultural por parte de las administraciones públicas, empezando por lo más urgente, la redacción de un nuevo proyecto, habida cuenta de que según su información el cargadero si puede restaurarse según la información facilitada por diferentes estudios de ingeniería y arquitectura. Una vez hecho el proyecto, con un costo que no tiene que ser superior a los 50.000 €, habría que plantearse una plan de etapas para la rehabilitación del cargadero, impulsado desde el Ayuntamiento y con la participación del gobierno de Cantabria, el ministerio de Medio Ambiente, y el ministerio de Cultura. 


Durante la jornada se recordaron y visualizaron otros hitos y vestigios de la minería en Castro Urdiales, en lo que ha sido un breve pero muy significativo recorrido por una parte del paisaje cultural unido a la historia reciente de Castro Urdiales.

Información sobre el cargadero de Dícido: 


https://juantxubazan.wordpress.com/2013/12/02/75o-aniversario-del-cargadero-de-dicido-conferencia-de-joaquin-carcamo/

https://juantxubazan.wordpress.com/2013/12/02/75o-aniversario-del-cargadero-de-dicido-conferencia-de-maria-luisa-ruiz-bedia/



https://juantxubazan.wordpress.com/2015/02/08/imagen-del-cargadero-de-dicido-despues-del-temporal/

Información sobre las vías verdes de Castro Urdiales y el patrimonio minero:


www.viasverdescastrourdiales.es

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