EL ROL DE LA OPOSICIÓN

La pala­bra Opo­si­ción deriva del latín oppo­si­tio, y hace refe­ren­cia a la acción o efecto de opo­nerse. Opo­si­ción, en polí­tica, en su acep­ción más común, es la fuerza  que es con­tra­ria a los actos del gobierno u ofi­cia­lismo que por lo gene­ral repre­senta el anta­go­nismo al par­tido gober­nante. Es decir que en los sis­te­mas demo­crá­ti­cos bási­ca­mente “Opo­si­ción” es un tipo de “con­ducta” o de “com­por­ta­miento” polí­tico, cuya for­ma­li­za­ción en las ins­ti­tu­cio­nes y en los sis­te­mas polí­ti­cos ha tenido lugar junto al desa­rro­llo del par­la­men­ta­rismo y de los par­ti­dos políticos.

En las demo­cra­cias frá­gi­les por su falta de trans­pa­ren­cia ins­ti­tu­cio­nal, inequi­dad, hege­mo­nía, auto­ri­ta­rismo y sobre todo por la debi­li­dad de los par­ti­dos polí­ti­cos surge otra forma de opo­si­ción que tras­cien­den al par­la­mento, movi­mien­tos polí­ti­cos y socia­les que se opo­nen a las demo­cra­cias de carac­te­rís­ti­cas “bana­ne­ras” y for­ma­les que en el fondo no cons­ti­tu­yen ni un atisbo de demo­cra­cia real a pesar de estar mon­ta­das en el sufra­gio popular.

Nuestra Democracia no es Representativa: uno de cada tres votantes, lo hace de forma condicionada, por el clien­te­lismo, asis­ten­cia­lismo y manio­bras coer­ci­ti­vas y pre­ven­da­rias por parte del ofi­cia­lismo gober­nante.
 El Rol de la Opo­si­ción  es prin­ci­pal­mente de con­tro­lar los actos de gobierno, tarea que ante el ocul­ta­miento de cifras, de actos admi­nis­tra­ti­vos, contratos etc....

Desde Castroconfidencial no entendemos la actitud de varios Grupos Municipales  en la Oposición. Ante la situación financiera en Quiebra de este Ayuntamiento, ante la falta de Gestión Pública de este Equipo de Gobierno que no respeta su propio Programa Electoral y que se dispone a subir impuestos como el IBI para el año 2012 haciendo recortes en los Servicios Públicos esenciales.. Ante el clima de vulnerabilidad social sobre todo para las 3000 personas en situación de desempleo de este municipio;  lo que hace falta en Castro Urdiales es una estrategia común que tras­cienda las ins­ti­tu­cio­nes y obvia­mente requiere una gran par­ti­ci­pa­ción ciu­da­dana pero también una Oposición Censora de las acciones del Gobierno Municipal; que no colabore ni se ofrezca a colaborar mientras no exista una Agenda Política de Gestión Pública transparente y abierta a todos los Grupos Municipales y a la ciudadanía.

Las últimas Noticias  nos han sorprendido porque no estamos de acuerdo en el Rol de la Oposición en nuestro municipio. No puede haber colaboración con quien no colabora y da Transparencia y Participación. 
En pri­mer lugar la “ausen­cia” del Rol de Opo­si­ción bene­fi­cia al Gobierno sobre todo al gobierno demagógico, autoritario, opaco que  uti­liza el argu­mento de falta de Rol de Opo­si­ción, como arma para afir­mar que sus polí­ti­cas no gene­ran reac­ción y son, en con­se­cuen­cia, correc­tas o jus­tas o admi­ti­das por todos. En con­se­cuen­cia, no es bueno, para quie­nes no pien­san como el Gobierno o se opo­nen a sus accio­nes, seña­lar que no hay con­trin­can­tes capa­ces de cues­tio­nar lo que se hace o se deja de hacer. Si se insiste con la can­ti­nela de que no hay opo­si­ción ,que ella no hace nada o que quiere colaborar,  se le está haciendo el juego al Gobierno.

Los ciudadanos de Castro Urdiales exigen que la Oposición controle y cuestione los gastos del Gobierno, que ana­li­ce todos la infor­ma­ción que sumi­nis­tra el Gobierno, que se  cues­tio­nen o reba­tan, si corres­ponde, que ofrez­can pla­nes alter­na­ti­vos en mate­ria eco­nó­mica, social, cul­tu­ral, de vivienda u obra pública, que ofrez­can alter­na­ti­vas en mate­ria edu­ca­tiva, de salud pública, que ana­li­cen y cues­tio­nen, la polí­tica mone­ta­ria o la exte­rior, etc..Esta no es una tarea  sen­ci­lla, ni brin­dará hono­res a quie­nes la empren­dan, pero es la única capaz de con­vo­car a quie­nes aún tie­nen espe­ranza, con­ven­cer a los dubi­ta­ti­vos y barrer a los "malos gestores".

La res­pon­sa­bi­li­dad de la polí­tica y tam­bién de la ciu­da­da­nía es encon­trar las for­mas, el camino, el “como”, y sobre todo tener un diag­nós­tico de situa­ción real con­tra quién se está luchando.