COMUNICADO LEÍDO EN LA CONCENTRACIÓN POR LOS ATENTADOS DE BRUSELAS

Todos los días asistimos impotentes a tragedias humanas desencadenadas por nosotros mismos, los humanos. Las guerras son una lacra que no solo dejan a su paso muertos y heridos, sino también personas sin hogar, sin futuro. El terrorismo que ataca sin avisar, de la forma más cobarde y dañina, son otra lacra frente a la que alzamos y alzaremos siempre nuestra voz.

 Los gravísimos atentados sucedidos ayer en Bruselas han causado más de 30 muertos y más de 200 heridos. Han dejado conmocionada a la capital de Bélgica, a todo el país, a toda Europa, a todo el mundo, porque el terrorismo ataca a los valores que compartimos más allá de fronteras, razas o religiones: ataca a la solidaridad y a la tolerancia, con un desprecio absoluto a la vida y a la libertad.

 Ante tal horror, debemos expresar rabia y contundencia en la condena. Condenamos estos crímenes contra la humanidad y mostramos nuestro apoyo sincero a las familias de los fallecidos, a los heridos y a todos los ciudadanos belgas en estos duros momentos, que lamentablemente nos recuerdan tanto a la tragedia vivida en París en noviembre del año pasado, y a tantas otras que han sembrado el terror en distintos puntos del mundo, de oriente a occidente.

 La lucha contra el terrorismo y las guerras debe ser un clamor universal, así como universal debe ser la tarea de paliar las consecuencias que estas tragedias tienen en la vida de las personas, especialmente de los niños.

 Hoy, el clamor debe ser oído para decir claramente: Todos somos Bruselas.

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𝑇𝑜𝑑𝑜𝑠 𝑙𝑜𝑠 𝑐𝑜𝑚𝑒𝑛𝑡𝑎𝑟𝑖𝑜𝑠 𝑠𝑒𝑟𝑎́𝑛 𝑙𝑒𝑖́𝑑𝑜𝑠 𝑦 𝑚𝑜𝑑𝑒𝑟𝑎𝑑𝑜𝑠 𝑝𝑟𝑒𝑣𝑖𝑎𝑚𝑒𝑛𝑡𝑒.