" EL CIRIO Y EL ALCALDE"


Se publica en redes sociales las declaraciones de un parroco adscrito a la parroquia de Castro Urdiales, en las que critica la ausencia del Alcalde en las celebraciones festivas religiosas. Curioso porque en otras zonas como en Galicia (Enlace Noticia) es justamente lo contrario.  Se respeta esa separación y se invita a la colaboración y al diálogo.

Antes de nada, hay que aclarar que el Estado español no es un estado laico, sino un estado aconfesional. Así lo dice el art. 16.3 de la Constitución. Un estado aconfesional no privilegia ninguna confesión religiosa (tampoco la atea) y, justo por eso, puede y debe respetarlas todas promoviendo positivamente la libertad religiosa de sus miembros para que puedan expresar en público sus creencias personales y colectivas.

Desde Castro Confidencial  podemos entender que una invitación es una invitación,  y no es una obligación y, por tanto, las invitaciones, como los regalos, pueden ser aceptadas o rechazadas. Con absoluta libertad.
 

La negativa del alcalde es coherente entre las promesas sociales y los cumplimientos, tanto en campaña electoral, como en la gestión municial.
 

No se nos escapa que con tal negativa, el Alcalde rompe con una tradición secular seguida, por inercia, por el anterior alcalde del PP; marcando así las distancias de lo que debe ser un gestión pública clara y singular. 

Tal vez por esto se empuja desde ciertos "círculos"  contra la decisión del alcalde o tal vez de lo que se trata es reñir más por el cirio que por la educación, la sanidad, el paro etc..

No hay comentarios:

Publicar un comentario

𝑇𝑜𝑑𝑜𝑠 𝑙𝑜𝑠 𝑐𝑜𝑚𝑒𝑛𝑡𝑎𝑟𝑖𝑜𝑠 𝑠𝑒𝑟𝑎́𝑛 𝑙𝑒𝑖́𝑑𝑜𝑠 𝑦 𝑚𝑜𝑑𝑒𝑟𝑎𝑑𝑜𝑠 𝑝𝑟𝑒𝑣𝑖𝑎𝑚𝑒𝑛𝑡𝑒.