Poco a poco vamos descubriendo cual es la fórmula de la "dieta
adelgazante" que aplica el Gobierno Municipal . Se trata
de adelgazar no el gasto de los cargos públicos rebajando su sueldo y las subvenciones a organizaciones de "palmeros", sino de
adelgazar las exhaustas economías de los contribuyentes friéndoles a
impuestos.
La fórmula es clara, hay que pagar la mala gestión de los que dicen defender la Administración Local proporcionando servicios innecesarios, insuficientes y casi nunca del valor que correspondería a lo que se paga por ellos. No se cuestiona ni la calidad del resultado, ni la cantidad de medios humanos empleados, ni su eficacia ni eficiencia. Es decir, en vez de buscar la excelencia en el servicio, lo que se ha hecho es justificar la mediocridad y el despilfarro. En vez de fomentar el ahorro y la sensatez en el control del gasto, se dilapida en unos presupuestos irreales.
El Gobierno del Sr. González ha empezado de una forma tímida forzado por las circunstancias y ahora está planeando cebarse en las clases más débiles como son los jubilados y los parados. Mal va un país donde su casta política solo quiere mantener sus cotas de bienestar y no renunciar a las prebendas que han construido para alojar a miles de agradecidos parásitos y zánganos a los que hay que mantener con vida y alimentar.
Desde Castroconfidencial confirmamos que estamos asistiendo al mayor espectáculo de cinismo político en cuanto a la adopción de medidas totalmente injustas sobre los desprotegidos ciudadanos. Es por ello que no puede demorarse una respuesta masiva por los ciudadanos que impida la comisión de estas tropelías que surgen desde la propia Administración, que se supone debe defender sus intereses y su bienestar. Lejos de eso, son esos dirigentes quienes se aprovechan del poder que ostentan para expoliar a sus conciudadanos mientras ellos mantienen de hecho sus posiciones de privilegio.
Y ante este atropello a la Justicia y una actitud decidida y clara de despotismo, solo cabe mostrar el más profundo rechazo y proponer su erradicación. Son medidas injustas las que este Gobierno Municipal está proyectando ante el insaciable apetito derrochador del poder parasitario. Así que es lícito comenzar el movimiento de Insumisión. No más subidas de impuestos injustificadas. Exijamos responsabilidades a los gestores y limitemos su poder y discrecionalidad en las decisiones. Alguien debe pagar y no deben ser precisamente los ciudadanos.
La fórmula es clara, hay que pagar la mala gestión de los que dicen defender la Administración Local proporcionando servicios innecesarios, insuficientes y casi nunca del valor que correspondería a lo que se paga por ellos. No se cuestiona ni la calidad del resultado, ni la cantidad de medios humanos empleados, ni su eficacia ni eficiencia. Es decir, en vez de buscar la excelencia en el servicio, lo que se ha hecho es justificar la mediocridad y el despilfarro. En vez de fomentar el ahorro y la sensatez en el control del gasto, se dilapida en unos presupuestos irreales.
El Gobierno del Sr. González ha empezado de una forma tímida forzado por las circunstancias y ahora está planeando cebarse en las clases más débiles como son los jubilados y los parados. Mal va un país donde su casta política solo quiere mantener sus cotas de bienestar y no renunciar a las prebendas que han construido para alojar a miles de agradecidos parásitos y zánganos a los que hay que mantener con vida y alimentar.
Desde Castroconfidencial confirmamos que estamos asistiendo al mayor espectáculo de cinismo político en cuanto a la adopción de medidas totalmente injustas sobre los desprotegidos ciudadanos. Es por ello que no puede demorarse una respuesta masiva por los ciudadanos que impida la comisión de estas tropelías que surgen desde la propia Administración, que se supone debe defender sus intereses y su bienestar. Lejos de eso, son esos dirigentes quienes se aprovechan del poder que ostentan para expoliar a sus conciudadanos mientras ellos mantienen de hecho sus posiciones de privilegio.
Y ante este atropello a la Justicia y una actitud decidida y clara de despotismo, solo cabe mostrar el más profundo rechazo y proponer su erradicación. Son medidas injustas las que este Gobierno Municipal está proyectando ante el insaciable apetito derrochador del poder parasitario. Así que es lícito comenzar el movimiento de Insumisión. No más subidas de impuestos injustificadas. Exijamos responsabilidades a los gestores y limitemos su poder y discrecionalidad en las decisiones. Alguien debe pagar y no deben ser precisamente los ciudadanos.